Has leído en nuestro blog que la producción de contenido optimizado y el uso de SEO son estrategias de marketing digital muy importantes. Con ellos, lo que publicas en tu sitio web o en tu blog se destaca en Google, lo que significa más visitas, más leads y más ventas. Pero es fundamental que también te fijes en las “reglas del juego”.
Es común que alguien intente ir más allá, abusar de algunas técnicas y de alguna manera hacer trampas para engañar al algoritmo de Google. Algo que no tiene ningún sentido, ya que Google lo tiene vigilado y tiende a penalizar a los infractores, lo que significa que todo el trabajo es en vano. A continuación, explicaremos cómo evitar una penalización y qué impacto tiene en tu página.
Penalizaciones de Google
Básicamente, existen dos tipos de penalizaciones. Ambos son capaces de arruinar tu estrategia de marketing digital. El primero es el manual, en el que un empleado de Google, cuando recibe una queja, por ejemplo, analiza tu sitio web y encuentra algo que viola las buenas prácticas. El otro es automático, cuando el algoritmo, por sí mismo, identifica una falla grave.
En el primer caso, es posible que incluso recibas una alerta de Google sobre lo que debe solucionarse. En el segundo, no. Tampoco hay un manual sobre las penalizaciones que se aplicarán a tu sitio web o blog. Pero los más habituales son la pérdida de 30 a casi 1.000 posiciones en los rankings de búsqueda, la dificultad para indexar nuevas páginas e incluso la exclusión del sitio web del sistema de Google.
¿Qué hace que un sitio web sea penalizado por Google?
El abuso o mal uso de las técnicas de SEO a la hora de crear contenido es uno de los principales problemas. Así que es inútil intentar burlar al sistema de Google. A continuación se muestran algunas prácticas consideradas tóxicas y que pueden generar penalizaciones para tu sitio web:
Duplicación de contenido o plagio
Ofrecer contenido optimizado es importante, pero no es suficiente para obtener una buena clasificación en Google. Tienes que ofrecer algo relevante y original. Cuando en tu sitio, simplemente haces “Ctrl C + Crtl V” en otro contenido, tendrás problemas.
Palabras clave cubiertas o en exceso
En el primer caso, el webmaster oculta los términos más importantes en algún lugar fuera de la página, en HTML, por ejemplo, y no en el cuerpo del texto u otros lugares donde debería estar. En el segundo, la distribución de palabras clave a lo largo del texto es “forzada”, y no de forma natural y fluida, lo que también genera castigos.
Comentários como spam
Hay quienes visitan sitios web con gran circulación y hacen comentarios que nada tienen que ver con ese tema, solo para insertar el enlace del propio sitio web y difundirlo entre los muchos usuarios de esa página.
URL y camuflaje
En estos casos, el responsable del sitio web crea una URL no relacionada con el contenido, para atraer a más usuarios. O incluso utilizar técnicas que transforman lo que lee el motor de búsqueda en algo diferente de lo que se muestra al usuario.
Enlaces “parceros”
Tener varios sitios que apuntan y redireccionan a tu contenido muestra relevancia y te ayuda a posicionarse mejor en Google. Pero sólo cuando otras páginas te citan mucho por ser relevante, no a propósito, para aprovechar. Google identifica cuando tu sitio está intercambiando referencias con otro para que ambos sean valorados. O incluso cuando hay sitios que venden enlaces, en un intento de engañar al algoritmo y mostrar que varias páginas redireccionan para que tu sitio se vuelva más relevante.
Sin embargo, estas son solo algunas de las prácticas ilegales o poco éticas que pueden dañar tu sitio web.
Cómo identificar y eliminar las penalizaciones de Google
En el marketing digital prácticamente todo puede y debe medirse. Por lo tanto, el monitoreo constante de las métricas del sitio web o del blog ayudará a identificar caídas repentinas en el número de visitas y posibles castigos. Esto, por supuesto, cuando no te han advertido sobre la penalización.
Pero eso no es todo. Es posible que la penalización no afecte el tráfico, pero impida o dificulte la indexación de nuevas páginas. Además, la pérdida de visitas puede ser el resultado no de algo mal que hayas hecho, sino de cambios en el algoritmo de Google, que se actualiza con frecuencia y que requerirá ajustes en tu página.
Es decir, es fundamental contar con una buena agencia de marketing digital, que esté pendiente de todo esto. En el caso de una penalización manual, puedes ponerte en contacto con Google, informarles de los ajustes realizados y pedirles que retiren la sanción. Si es un castigo automático, la clave es tener paciencia: tendrás que hacer los cambios necesarios y esperar a que Google los identifique. Lo que, por cierto, refuerza la necesidad de contar con un equipo especializado. Incluso porque, en este caso, la prevención es la mejor opción.